Estados Unidos finaliza restricciones a la Ley CHIPS para evitar inversiones en China

Estados Unidos finaliza restricciones a la Ley CHIPS para evitar inversiones en China

El Departamento de Comercio de los Estados Unidos anunció el establecimiento de nuevas restricciones alrededor de la Ley CHIPS publicada el año pasado, que estarán enfocadas en evitar que los subsidios otorgados a compañías participantes puedan ser utilizados para incrementar sus inversiones en la fabricación o investigación de semiconductores en países denominados de “preocupación particular”.

El presidente Joe Biden publicó la Ley CHIPS con fondos por 52 mil millones de dólares, con los que se espera impulsar la manufactura y fabricación local de semiconductores. Estados Unidos espera que estos fondos puedan reducir su dependencia de las fundiciones de chips asiáticas, al tiempo que permitan fortalecer la cadena de suministro global en conjunto con socios estratégicos.

En marzo pasado, la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, ya había compartido dos propuestas para evitar que estos fondos pudieran beneficiar a las industrias de semiconductores de países extranjeros, especialmente China. Las propuestas fueron puestas a disposición de la industria y otras partes interesadas para la recepción de comentarios.

La primera propuesta prohíbe a los beneficiarios del fondo CHIPS expandir la capacidad de fabricación de materiales semiconductores en países extranjeros de preocupación durante 10 años; y la segunda restringe a los destinatarios de usar los fondos en ciertos esfuerzos conjuntos de investigación o licencias de tecnología con entidades extranjeras de preocupación.

A lo largo de la administración Biden, el gobierno estadounidense ha endurecido las restricciones de acceso a tecnología clave en contra de China, desde GPUs utilizados en el entrenamiento de modelos de Inteligencia Artificial, hasta las máquinas y patentes requeridas para la fabricación de chips de última generación, al acusar que el gobierno chino estaría utilizando esta tecnología con fines militares y de espionaje.

“Una de las principales prioridades de la Administración Biden-Harris –ahora posible gracias a la Ley CHIPS y Ciencia– es ampliar el liderazgo tecnológico de Estados Unidos y nuestros aliados y socios. Estas barreras protegerán nuestra seguridad nacional y ayudarán a Estados Unidos a mantenerse a la vanguardia en las próximas décadas”, dijo Raimondo en un comunicado.

El estatuto final publicado por el Departamento establece tres barreras de seguridad:

  • Prohíbe a los destinatarios de los fondos CHIPS utilizarlos para construir, modificar o mejorar una instalación de semiconductores fuera de los Estados Unidos.
  • Restringe a los beneficiarios de los fondos de incentivos de CHIPS la posibilidad de invertir en la mayoría de la fabricación de semiconductores en países extranjeros de preocupación durante 10 años después de la fecha de concesión.
  • Limita a los destinatarios de los fondos a participar en ciertas investigaciones conjuntas o esfuerzos de concesión de licencias de tecnología con una entidad extranjera de interés que se relaciona con una tecnología o producto que plantea preocupaciones de seguridad nacional.

El gobierno estadounidense advierte que “si se violan estas barreras, el Departamento puede recuperar la totalidad de la concesión de asistencia financiera federal”.

El nuevo estatuto también establece definiciones y clarifica el alcance de la ley, por ejemplo, especifica que las restricciones a la inversión en países de preocupación incluye desde la fabricación de obleas, hasta la expansión del espacio físico en instalaciones de fabricación.

Asimismo, detalla que las entidades extranjeras de preocupación incluyen aquellas que pertenecen o están controladas por países extranjeros de preocupación, incluidas en la Lista de Entidades de la Oficina de Industria y Seguridad (BIS) y en la lista de Empresas del Complejo Militar-Industrial Chino (NS-CMIC) del Departamento del Tesoro. Entre estas compañías se encuentran fabricantes chinos de dispositivos como Huawei y Hikvision, otras de semiconductores como Semiconductor Manufacturing International Corporation (SMIC), así como operadores de telecomunicaciones: China Unicom y China Telecom, entre otros.

Por otro lado, aunque el estatuto permite a las empresas ampliar la producción de chips legados o ‘antiguos’ en países extranjeros de preocupación, al clasificar a los semiconductores como “críticos para la seguridad nacional”, cualquier inversión se someterá a “restricciones más estrictas”.

Entre los chips de particular interés para el gobierno estadounidense o que considera críticos para la seguridad nacional, se encuentran los chips de nodo maduro y de generación actual utilizados para computación cuántica, en entornos con uso intensivo de radiación y para otras capacidades militares especializadas.