ASISA condujo un estudio entre el 9 y el 19 de mayo del 2020, a través de su panel de consumidores dominicanos distribuidos a nivel nacional. El estudio arroja luz sobre sobre el impacto de COVID-19 en los hábitos de consumo y compra en determinadas categorías de productos de consumo masivo y cuidado personal.
SANTO DOMINGO. – Un estudio realizado por la firma ASISA, en mayo del presente año, indica que el haber estado en condiciones de confinamiento por casi tres meses, incidió en cambios en los hábitos de consumo y compra de las diferentes categorías analizadas: Alimentos, cuidado personal, bebidas sin alcohol y limpieza para el hogar.
Consumidores reportan un mayor consumo de ciertas categorías de alimentos, bebidas no alcohólicas y limpieza del hogar.
En la categoría de alimentos, los consumidores expresan haber aumentado el consumo de panes, sazonadores, aceites, mantequilla y leche, lo cual indica el incremento de una dieta basada en carbohidratos y alto contenido de grasa.
De igual manera reportan un aumento de consumo en la categoría de bebidas sin alcohol, jugos envasados, maltas y refrescos.
La limpieza se mantiene como una prioridad para los consumidores. Los consumidores dominicanos registran un incremento en la compra de limpiadores o desinfectantes para el hogar o prendas de vestir.
Consumidores reportan un menor uso de productos de belleza.
Productos de belleza como tintes de pelo y cremas faciales reportan una disminución de hasta 60% – Tintes para el pelo (-60%) , Cremas hidratantes para el rosto (-49%) y Desodorantes (-22%).
Una alta proporción de consumidores reportan utilizar marcas diferentes a las habituales en la mayoría de las categorías de consumo masivo, limpieza del hogar y cuidado personal.
Un tercio de los encuestados afirman haber realizado cambios en las marcas que consumen; siendo mayor para categorías de uso diario como el pan, leche y jugos envasados.
Los problemas con la distribución de las diferentes marcas por la misma situación, incidió en que el 65% de los consumidores NO encontraran su marca habitual en muchas ocasiones. El precio fue otro factor influyente en el cambio de marca, el 30% de los encuestados reportó comprar marcas más económicas a raíz de la pandemia; principalmente entre las mujeres, los consumidores más jóvenes y aquellos de un nivel socioeconómico bajo.
Una proporción de consumidores se mantendrá comprando la marca sustituta aun después de la pandemia.
El impacto mayor para las marcas se observa en la tendencia a afirmar que seguirán comprando las marcas sustitutas. Aunque hay muchas variaciones entre las categorías y productos, en promedio alrededor del 30% de los usuarios sustituyó su marca habitual y el índice de riesgo de la fidelidad aumenta a un 6 (en una escala del 0 al 10).
La mayor proporción de recompra de la marca sustituta, se reporta en la categoría de comestibles, para los caldos. En la categoría de bebidas sin alcohol, las maltas y refrescos. En la categoría de cuidado personal corresponde a las cremas para el cuerpo y shampoo, mientras para el cuidado del hogar, los Limpiadores y desinfectantes para piso logran el mayor porcentaje de personas que afirman continuarán utilizando la nueva marca.
Los productos con mayor riesgo de “infidelidad” de marca a largo plazo son: Pan empaquetado, Cremas para el cuerpo, Limpiadores para pisos y enjuague de ropa. En la próxima categoría de alto riesgo: Jugos Envasados y Champú. Le siguen: Leche Descremada Caldos, Refrescos, Jabón de baño, Limpiador de baños y Enjuagues para la ropa.
Mapa índice riesgo de infidelidad hacia las marcas habituales
El cálculo del índice riesgo de infidelidad (escala del 1 al 10) tomando en cuenta la razón entre los que afirman seguirían comprando la marca sustituta y el porcentaje total de pruebas realizadas. El mismo puede ser clasificado como máximo (9-10), alto riesgo (7-8) franja intermedia, mediano (6-5) y bajo riesgo (<5), obteniéndose los resultados que muestra el grafico.
En resumen, puede decirse que la pandemia y las condiciones de confinamientos han tenido un impacto importante en los hábitos de consumo lo cual puede incidir a largo plazo en la fidelidad hacia las marcas.
Si bien las marcas sufrieron muchas veces desabastecimiento y fueron afectadas por aumentos súbitos en la demanda, el contexto debe servir para encender una luz roja y considerar el riesgo no solo inmediato sino hacia un futuro no tan inmediato. Esto corrobora estudios realizados a nivel mundial, que reflejan un escenario de crisis económica inminente que tendrá como consecuencia una realidad financiera precaria para los consumidores,
En este contexto, una combinación entre la previsión para el abastecimiento continuo, un nuevo mix de precios, oportunidades para desarrollar nuevas líneas de productos; así como el trabajo que se haga con la marca en estos momentos, será de mucha importancia para configurar el panorama de los nuevos líderes del mercado a largo plazo.