Por: Lic. Natalí Faxas
Periodista dominicana especializada en temas inmigración y relaciones exteriores.
Maestría en Periodismo Televisivo de la Universidad de Nebrija, Madrid.
Premio Periodismo Rafael Herrera, de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE).
La razón de la creación de este dispositivo que calienta el tabaco puede hallarse en una industria que, a sabiendas que lo que vende es nocivo, busca ofrecer a los fumadores adultos, que de otra manera continuarían fumando, alternativas de menor riesgo.
En República Dominicana, la compañía tabacalera Philip Morris International (PMI) ha vendido más de 8,000 IQOS, un producto de tabaco calentado (PTC) que la compañía comercializa como alternativa menos riesgosa para fumar, que el cigarrillo convencional. Pero (y la pregunta es para el fumador adulto) ¿Vale la pena cambiar el cigarrillo tradicional por uno de estos dispositivos? Un equipo de los 430 científicos de PMI que han investigado estas tecnologías arroja pistas.
Lo primero a saber es que, como explica el científico Tom McGrath, director global de canales profesionales de PMI, con la tecnología de control de calor desarrollada por la compañía, los productos de tabaco calentado controlan la temperatura lo suficiente como para liberar nicotina y sabores, pero también lo suficiente como para evitar la combustión.
Para entenderlo de la forma más grafica posible, McGrath explica que una vez sucede la reacción química de combustión o quema, la temperatura en la punta del cigarrillo es superior a 600 grados Celsius, y cuando se aspira aire a través de la punta de un cigarrillo, la temperatura se eleva sobre los 850 grados Celsius, “esto es aproximadamente 4 veces más caliente que una sartén”.
“Los estudios científicos han demostrado que a medida que aumenta la temperatura del tabaco, también aumentan los niveles de componentes dañinos y potencialmente dañinos. Entonces, al eliminar la combustión y reducir la temperatura a la que se calienta el tabaco, reduciremos significativamente los niveles generales de estos componentes”, explica Tom McGrath. También asegura que estos componentes en el aerosol que expide el sistema de calentamiento del tabaco, “se reducen en promedio en un 95% en comparación con el humo del cigarrillo”.
La compañía PMI ha determinado que hay 532 componentes químicos presentes en el aerosol de un producto de tabaco calentado, pero hay aproximadamente diez veces más de componentes presentes en el humo del cigarrillo, asegura Mark Bentley, gerente de gestión de proyectos e integración del conocimiento de PMI. Estas explicaciones científicas fueron expuestas en la segunda versión de PMI Open Science celebrada el pasado 15 de septiembre, de manera virtual.
En este punto vale mencionar los avisos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los Productos de Tabaco Calentado (PTC). La OMS si bien coincide medianamente PMI, también hace advertencias importantes, por ejemplo, que los PTC no ayudan a los fumadores a dejar de consumir tabaco.
En su informe de marzo 2020, la OMS indica que estos dispositivos han reducido los niveles de sustancias tóxicas en comparación con los cigarrillos convencionales, aunque esto no se traduce necesariamente en una reducción del riesgo para la salud. Además, “emiten emisiones tóxicas similares a las que se encuentran en el humo del cigarrillo, muchas de las cuales pueden provocar cáncer”.
A propósito de estas advertencias de la OMS, Philip Morris no las rechaza, sino que quedan implícitas en las tres claves de su política empresarial de reducción de daño: “si no fumas, no empieces; si fumas, déjalo y si no lo dejas, cambia”, dice la tabacalera, a un producto menos dañino, como es el IQOS. Para diseñar este producto, PMI ha realizado a lo largo de 10 años una inversión en investigación que supera los 7,200 millones de dólares.
Los productos de tabaco calentado en los que cae el IQOS, calientan el tabaco para liberar nicotina, y no son lo mismo que los cigarrillos electrónicos, los cuales, dice la OMS, en la mayoría de los casos no contienen tabaco y calientan líquidos que pueden contener o no nicotina.
En el PMI Open Science, el asesor científico senior de la tabacalera, Maurice Smith, abordó precisamente lo que dicen otros estudios independientes sobre los productos de tabaco calentado. En efecto, Smith resalta que muchas de estas investigaciones científicas realizadas en países como China, Alemania y Holanda, han avalado los resultados de Philip Morris. Entre los que han investigado el IQOS está el Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos y el Instituto Nacional Holandés de Salud Pública y Medio Ambiente.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, en inglés) en su reciente autorización de las afirmaciones de exposición reducida que hace PMI, confirman la esencia del IQOS: que calienta el tabaco y que cambiar completamente a este sistema reducirá significativamente la exposición a químicos dañinos y potencialmente dañinos.
“Hay un punto importante que los autores (de los diversos estudios) también señalaron…. Y es que cambiar a IQOS puede conducir a la reducción del riesgo, pero estos productos no están libres de riesgos. Y se espera que el consumo de productos de tabaco calentado tenga algún impacto negativo en la salud, en comparación con la abstinencia, por lo que dejar de fumar –sostiene Smith – sigue siendo claramente la mejor opción”.