El rápido crecimiento de las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe es, a la vez, una oportunidad y un desafío para un sector con capacidad de hacer crecer de forma significativa el PIB y mejorar la productividad, pero en evolución constante y con brechas persistentes en cuanto al acceso.
Un incremento del 10% en la conexión móvil aumentaría un 1.6% el PIB, y el mismo porcentaje en conexión de banda ancha puede incrementar, en promedio, 3.19% el PIB y 2.69% la productividad, según el estudio “Cómo las nuevas tecnologías están transformando las telecomunicaciones en América Latina y el Caribe”, de BID Invest y NTT Data.
Estas entidades han realizado una serie de investigaciones con el objetivo principal de proporcionar hallazgos, conocimientos y recomendaciones sobre cómo las nuevas tecnologías están transformando las diferentes industrias y cómo el uso de smartphones es clave para cerrar la brecha digital en la región.
Con respecto a las nuevas tecnologías, esta pesquisa determinó que a finales de 2022 el 40% del PIB de la región correspondía a negocios digitales, mientras que para 2025 el sector de telecomunicaciones representará el 7.4% del PIB, equivalente a USD 365,000 millones.
La pandemia del COVID 19 impulsó significativamente la demanda de conectividad en América Latina y el Caribe, registrando un aumento del 34% sólo entre 2019 y 2020. Esta tendencia ascendente llevó a que, para 2021, el 76% de la población de en la región utilizara internet, subrayando el papel crucial de la industria de telecomunicaciones en la era digital.
Este crecimiento representa tanto una oportunidad como un desafío para el sector, que debe garantizar mayor capacidad, calidad y cobertura de servicios, y, al mismo tiempo, intentar mantener márgenes rentables tras importantes inversiones en infraestructura.
Las redes de telecomunicaciones de América Latina y el Caribe alcanzaron el 97% de la población en términos de cobertura de red móvil en 2021. Sin embargo, cerca de 230 millones de personas (35% de la población) no se conectan a internet a través de un dispositivo móvil.
Existen tres factores principales que provocan esta brecha entre acceso y uso: el alto costo, la calidad de la conexión y el analfabetismo digital. Por eso, es primordial seguir reduciendo esta brecha de conectividad.
Según el estudio de BID Invest y NTT Data, el acceso a internet tiene relación directa con la productividad y la creación de empleos (en 2021 se crearon 650,000 directos y 970,000 indirectos), así como con el crecimiento de la actividad económica. Por eso, reducir la brecha de conectividad es indispensable para fomentar el desarrollo de América Latina y el Caribe.
Para lograr expandir la conectividad, la infraestructura de telecomunicaciones juega un papel esencial ya que, sin ella, el desarrollo de la región se hace mucho más complejo.
Afortunadamente, la tecnología actual ha permitido el desarrollo de avances importantes en el sector. Desde la introducción del 5G, se ha visto un aumento en la inversión de capital, y se espera que entre 2021 y 2025 llegue a un total de USD 60.000 millones, por lo que las tecnológicas se juegan mucho en estar al día con estas tendencias.
Un claro ejemplo de esto es la infraestructura de fibra óptica, que está sustituyendo de manera progresiva a las líneas de cobre tradicionales, y permitiendo una mayor capacidad de transmisión de datos, menores cortes de conexión y eliminar interferencias.
De igual manera, los data centers van en aumento, proporcionando acceso compartido a aplicaciones y datos con distintas modalidades como resultado de la migración acelerada a tecnologías cloud.
Adicionalmente, tendencias como el internet satelital de nueva generación y los cables submarinos, podrían representar un riesgo para el sector, ya que propician la entrada de nuevos jugadores, especialmente hyperscalers, que ofrecen servicios de alta velocidad con mayor cobertura.
En este sentido, buscar alianzas puede ser una alternativa en el medio plazo, ya que inicialmente no requeriría de una inversión significativa en bienes de capital (CAPEX).
A pesar de que los gigantes tecnológicos, principales usuarios de la infraestructura de comunicaciones, están experimentado un crecimiento sin precedentes, las empresas de telecomunicaciones enfrentan como principal desafío el incremento de márgenes, lo que llama a una reinvención de los jugadores líderes del sector que quieren monetizar la conectividad y ser parte activa de esta revolución digital.
Existen iniciativas relevantes que ejemplifican esta situación, desde el apoyo en la creación de ecosistemas digitales, posicionándose dentro de la cadena de valor de otros sectores, hasta la ampliación de su oferta de productos en sus aplicaciones, generando una nueva fuente de ingresos y mejorando el engagement de sus clientes.
Indudablemente, las telecomunicaciones juegan un papel fundamental en el desarrollo de tecnologías emergentes en América Latina y el Caribe, abriendo las puertas al progreso socioeconómico en la región. Para enfrentar los desafíos y capitalizar las oportunidades, las empresas del sector deben adaptarse y diversificarse en esta era digital en constante evolución.