Por: Dr. Virgilio M. Malagón Álvarez, PhD
virgiliomalagonalvarez@gmail.com
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Para «El Mundo de los Negocios» y demás Multimedios de The Ballester Business & Media Group, Inc.
Amigo Lector: Se que este tema mueve la mente y los corazones hacia posibles laberintos ideológicos, morales, religiosos y geopolíticos. No obstante, creo que todavía se puede elaborar una Agenda para Haití, desapasionada y pragmática. Veamos:
Introducción
Haití, la primera república negra y la segunda nación independiente de América, ha padecido una constante inestabilidad política y crisis de seguridad. Desde las luchas coloniales hasta las convulsiones políticas modernas, la gobernanza del país ha sido frágil, lo que ha dado lugar a ciclos de desorden y agitación. Hoy en día, el orden público se ve gravemente socavado por la violencia de pandillas, la debilidad de las instituciones, las prácticas corruptas de una oligarquía trashumante, la apatía globalizante y las dificultades económicas. Abordar estas problemáticas requiere un enfoque integral que aborde tanto las preocupaciones de seguridad sistémicas como las inmediatas, considerando tanto las estrategias internas como la colaboración internacional, en particular de Estados Unidos y sus aliados regionales en América Latina.
Causas de la inestabilidad
Para comprender la anarquía en Haití es necesario analizar sus causas fundamentales:
1.Inestabilidad política e instituciones débiles
La gobernanza de Haití se ha visto afectada por golpes de Estado, dictaduras y transiciones de poder inestables. Un poder judicial débil, una aplicación de la ley inconsistente y una corrupción generalizada han erosionado la confianza pública en las instituciones. Entre los problemas clave se incluyen:
a)-Cambios frecuentes en el gobierno que provocan inestabilidad administrativa.
b)-Un poder judicial corrupto e ineficiente que no procesa a los delincuentes.
c)-Falta de una fuerza policial centralizada y bien equipada para afrontar los desafíos de seguridad.
2.Dificultades económicas y falta de oportunidades
La pobreza agrava la delincuencia. Con más de la mitad de las dos terceras partes de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, la supervivencia económica a menudo empuja a las personas a participar en actividades ilegales. Entre los factores críticos se incluyen:
a)-Altas tasas de desempleo y falta de oportunidades laborales estables.
b)-Acceso limitado a la educación, lo que genera ciclos generacionales de delincuencia.
c)-Inversión insuficiente en infraestructuras e industrias que podrían estabilizar la economía.
3.Influencia de las pandillas y el crimen organizado. Con el paso de los años, los grupos armados y las pandillas han llenado el vacío dejado por la débil aplicación de la ley.
Muchos barrios están controlados por organizaciones criminales que imponen las normas e imponen la violencia. Los problemas incluyen:
a)-El auge de territorios controlados por pandillas con mínima intervención gubernamental.
b)-El tráfico de armas y estupefacientes alimenta las guerras entre pandillas y la violencia callejera.
c)-Los secuestros y la extorsión generan temor y frenan la actividad económica.
4.Apoyo o intervención internacional muy tímidos y asincrónicos.
La ayuda exterior ha fluctuado debido a las preocupaciones sobre la gobernanza, el uso indebido de fondos y la incertidumbre política. Si bien la asistencia humanitaria desempeña un papel vital, se necesita una intervención estratégica más amplia. Los obstáculos más significativos son:
a)-Desconfianza en las organizaciones internacionales debido a intervenciones anteriores.
b)-Falta de asistencia estratégica sostenida centrada en la reforma de la seguridad.
c)-Reticencia política a aceptar misiones de mantenimiento de la paz lideradas por extranjeros.
El papel de Estados Unidos y las Américas
1.Participación histórica de EE. UU. en Haití
Estados Unidos ha tenido una larga y compleja historia con Haití, que incluye:
a)-Intervenciones militares: EE. UU. ocupó Haití, de 1915 a 1934, alegando la necesidad de estabilidad.
b)-Influencia política: A lo largo del siglo XX, el apoyo de EE. UU. a diversos líderes, algunos de ellos controvertidos, moldeó la gobernanza de Haití.
c)-Ayuda humanitaria y financiera: EE. UU. ha sido uno de los mayores donantes de Haití, especialmente tras desastres naturales como el terremoto de 2010.
Si bien algunas intervenciones ayudaron a estabilizar Haití temporalmente, otras generaron desafíos a largo plazo, como la desconfianza hacia la influencia extranjera y la dependencia de la ayuda externa.
2.Papel actual de EE. UU. y posibles medidas
El gobierno estadounidense ha expresado su preocupación por el deterioro de la seguridad en Haití. Las posibles formas de intervención de EE. UU. podrían incluir:
a)-Presión diplomática: Incentivar a los líderes políticos haitianos a implementar reformas de gobernanza.
b)-Asistencia en materia de seguridad: Proporcionar capacitación, recursos o apoyo logístico a la policía haitiana.
c)-Sanciones específicas: Reprimir a funcionarios corruptos y organizaciones criminales.
d)-Coordinación internacional: Colaborar con la ONU y CARICOM (Comunidad del Caribe) para garantizar la estabilidad a largo plazo.
NOTA 1.:Sin embargo, la intervención militar directa sigue siendo improbable debido a precedentes históricos y sensibilidades políticas. De ahí que se opte por medidas pseudo draconianas como lo es la prohibición a entrar en territorio estadounidense a los ciudadanos haitianos.
3. El papel de otras naciones americanas
a)-Naciones de CARICOM: Las naciones caribeñas de la región, incluida la República Dominicana, han desempeñado un papel vital en la ayuda a Haití, ofreciendo mediación política y apoyo logístico.
b)-Participación de la OEA: La Organización de los Estados Americanos continúa impulsando la gobernabilidad democrática y la estabilidad electoral.
c)-América Latina: Países como Brasil han liderado misiones de mantenimiento de la paz de la ONU en Haití anteriormente. Unas sólidas alianzas regionales podrían contribuir a los esfuerzos de reconstrucción.
4.A pesar del apoyo externo, persisten varios obstáculos:
a)-Resistencia Política: Los líderes y ciudadanos haitianos suelen expresar su preocupación por la intervención extranjera.
b)-Corrupción y Mala Gestión: La ayuda internacional en ocasiones se ha malversado, lo que ha reducido su impacto.
c)-Sostenibilidad a Largo Plazo: La ayuda externa debe ir acompañada de reformas internas para evitar la dependencia.
NOTA2.:En definitiva, cualquier intervención, ya sea diplomática, económica o de seguridad, debe ser colaborativa, garantizando que Haití conserve su soberanía y reciba el apoyo necesario, aún se tenga que “higienizar” sus estructuras políticas y económicas.
Posibles Soluciones
1. Fortalecimiento de las Instituciones Gubernamentales y Reconstrucción de la Confianza: El gobierno haitiano debe establecer credibilidad mediante la aplicación eficaz de las leyes. Las medidas clave incluyen:
a)-Reformas judiciales para garantizar procedimientos judiciales justos, transparentes y eficientes.
b)-Fortalecimiento de las medidas anticorrupción para prevenir el uso indebido de fondos.
c)-Establecimiento de comités de supervisión independientes para garantizar la rendición de cuentas del gobierno.
2. Reforma de las Fuerzas del Orden para una Mayor Rendición de Cuentas y Eficiencia: Es esencial contar con una fuerza policial robusta, capaz de responder a las crisis y mantener el orden. Las reformas recomendadas pudiesen contemplar :
a)-Mayor inversión en capacitación, equipo y personal policial.
b)-Iniciativas de policía comunitaria para reconstruir la confianza entre las fuerzas del orden y la población civil.
c)-Medidas más estrictas para combatir la corrupción dentro de las fuerzas del orden.
3. Asistencia y Colaboración Internacional: Haití puede beneficiarse de las alianzas estratégicas destinadas a estabilizar la seguridad y la situación económica. Los esfuerzos de colaboración deben centrarse en:
a)-Desplegar fuerzas de paz de la ONU específicas para ayudar a restablecer el orden. Establecer acuerdos bilaterales para asistencia económica y capacitación en seguridad.
b)-Crear programas especiales para combatir el tráfico de armas y el crimen organizado.
4. Iniciativas comunitarias para la prevención del delito: Es fundamental involucrar a las comunidades locales en la reconstrucción del orden social. Las soluciones deberían contemplar:
a)-Programas de empoderamiento juvenil para reducir el reclutamiento de pandillas.
b)-Iniciativas de formación profesional y educación para romper el ciclo de la pobreza.
c)-Alianzas público-privadas para fomentar la inversión y el emprendimiento.
Conclusión
Amigo Lector: Restablecer el orden público en Haití requiere un enfoque integral que vaya más allá de las medidas reactivas. El fortalecimiento de las instituciones, la aplicación de los marcos legales, el fomento del desarrollo económico y la colaboración con socios internacionales, incluidos Estados Unidos y las Américas, pueden allanar el camino hacia una estabilidad duradera. Sin una acción estratégica, la persistencia del desorden amenaza con socavar el progreso y la prosperidad de Haití. Se necesitan esfuerzos urgentes y coordinados para reconstruir la gobernanza, empoderar a la población y crear un futuro libre de violencia e inestabilidad.