Fortaleza, CE.– En 2022, América Latina utilizó casi 200 Tb por segundo de ancho de banda internacional, marcando un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Peter Wood, analista senior de precios en la consultora TeleGeography, presentó durante el evento LACNIC 40 datos que confirman una tasa de crecimiento de aproximadamente 40 por ciento en la región entre 2021 y 2022.
También en 2022, Brasil lideró la carga, con un uso de 74 Tbps. El país tiene casi el doble de ancho de banda internacional en comparación con México, el segundo clasificado.
Sin embargo, Wood destacó que cada país latinoamericano tiene una situación única en términos de tasa de crecimiento. México, por ejemplo, ha crecido un poco más rápido que Brasil en los últimos cuatro años. Países más pequeños como Ecuador y Guatemala también tienen tasas de crecimiento notables, aunque sus demandas son comparativamente menores en contraste con los dos primeros de la lista.
Entre las rutas de conectividad internacional, Miami-São Paulo se destacó como la principal en América Latina, y esto se debe a una serie de factores. “Hay muchas fuerzas que contribuyen a esto, el entorno gubernamental y regulatorio, la infraestructura de capacidad, etc. Y Miami-São Paulo es un buen ejemplo de ello, ya que tiene un poco de todo”, explicó el analista.
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Precio de la banda ancha
Otro factor que contribuye a esta expansión es la caída de los precios de la banda ancha en la región, lo que hace que los servicios de Internet de alta velocidad sean más accesibles para las empresas y los consumidores. En el segundo trimestre de 2023, los precios típicos para rutas de transporte de 100 gigabits por segundo cayeron a poco más de un dólar por megabit por segundo, lo que representa una reducción significativa de aproximadamente 27 por ciento desde 2020.
La reducción de costos ha incentivado un aumento significativo en el tráfico de datos a nivel local, a medida que las empresas y los usuarios optan por mantener su tráfico dentro de la región en lugar de depender de rutas internacionales más costosas. Esto no sólo impulsa la economía local, sino que también mejora la eficiencia de las redes de Internet en América Latina, haciendo que la conectividad de datos en red sea más robusta.