Según el informe de la banca ante las BigTech, elaborado por KPMG, las grandes tecnológicas como Google, Amazon y Apple representan una amenaza latente para el negocio de la banca tradicional. Tanto así, que el 47% de los clientes bancarios estaría dispuesto a abrir una cuenta con una de estas compañías.
Las compañías tecnológicas mencionadas anteriormente han penetrado con fuerza en los sistemas de pago. Por ejemplo, Google fue la primera gran tecnológica en obtener licencia para operar como entidad de pago en Reino Unido, pero con el Brexit tuvo que registrarse en Irlanda en marzo de este año para poder iniciar su actividad en Europa.
Una de las principales ventajas de la irrupción de las conocidas como bigtech, según el informe, es precisamente que pueden ofrecer servicios gratuitos a los usuarios en un momento delicado para generar ingresos para la banca tradicional.
Además, las grandes tecnológicas no persiguen con su llegada al sector financiero elevar su facturación, sino que buscan mejorar su cadena de valor y monetizar la información del cliente mediante la venta de productos y publicidad. Pero presentan un gran riesgo en la estabilidad financiera por la menor supervisión sobre las tecnológicas. También pueden incitar a los bancos a flexibilizar la concesión de préstamos y a asumir más riesgos, indica el estudio.