Ante el avance de otros países en la regulación y adopción de la Inteligencia Artificial (IA), México necesita una política de Industria 4.0 que tome en cuenta la IA para que pueda destacar en el desarrollo de esta tecnología y no sólo se limite a replicar lo que hacen las superpotencias ―como China y EE.UU.―, advirtió Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Senado.
“En México tenemos la disyuntiva de decidir si queremos desarrollar Inteligencia Artificial o vamos a ofrecer nuestra fuerza de trabajo como calificadores de datos para las grandes empresas tecnológicas, tal y como ya sucede en otros países, innovando trágicamente una nueva forma de colonialismo en la que se emplean las personas en condiciones muchas veces indignas y con salarios por supuesto bajos”.
“Para que México participe plenamente de esta Cuarta Revolución necesitamos una estrategia de política industrial 4.0, que facilite a las empresas una adopción dinámica de la Inteligencia Artificial”, afirmó durante un foro del Senado y la Unesco para anunciar que trabajarán juntos en la elaboración de una estrategia nacional de IA.
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Además de este enfoque centrado en el uso industrial de la tecnología, el senador dijo que es necesario adoptar una visión ética y de derechos, lo cual implica anticipar y mitigar los posibles riesgos que plantea la IA para la privacidad, la democracia, la inclusión, el trabajo o la educación.
“Necesitamos sentido de urgencia ante lo acelerado y desigual del desarrollo de esta tecnología, que tiene el potencial de organizar a los factores de producción, cambiar la forma de producir, abrir nuevas actividades y también la de modificar la articulación de la vida cotidiana de las personas y sus relaciones con el gobierno”, comentó.
El legislador agregó que el gobierno debe tomar un rol más activo en la adopción de la Inteligencia Artificial. En 2019, detalló, México asumió el compromiso ante la Organización Mundial del Comercio de utilizar la IA en el servicio público, y legislar y diseñar políticas públicas para regular esa tecnología.
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Sin embargo, advirtió, “actualmente el gobierno mexicano parece no tener claras las prioridades actuales y futuras. Un problema estructural es que en México no existen leyes que regulen la Inteligencia Artificial, pero tampoco abundan los espacios para la capacitación de profesionales en tecnologías de la información”.
Para Javier Juárez Mojica, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el país cuenta con enorme potencial para liderar el desarrollo de la IA, pero requiere más inversión, investigación y desarrollo, capacitación de talento humano y colaboración entre el sector público y privado para detonar dicho potencial.
Además, el presidente del IFT expuso que la infraestructura será otro de los factores que definirán la posición de México en la adopción de la IA, pues las redes 5G, los centros de datos, la capacidad de cómputo y la fibra óptica serán la base que harán posible el funcionamiento de los sistemas de Inteligencia Artificial.